CHILE NO TIENE ENERGIA SUFICIENTE PARA AFRONTAR EL CRECIMIENTO BUSCADO Y ESPERADO POR TODOS. LOS BIOCOMBUSTIBLES SON PARTE DE LA SOLUCION. TU NO ESTAS SOLO O SOLA EN ESTE MUNDO SI TE GUSTA UN ARTICULO, COMPARTELO, DIFUNDELO EN LAS REDES SOCIALES, TWITTER, FACEBOOK.

miércoles, agosto 16, 2006

BIOCOMBUSTIBLES UNA ALTERNATIVA A LA CRISIS

Biocombustibles: verdades y mitos

"No se encuentra un biocombustible           líquido que sea claramente más       ventajoso que otro..."


 

 

Los biocombustibles, combustibles de origen biológico obtenidos a partir de restos orgánicos de materiales renovables como las plantas, se cree pueden sustituir a los combustibles fósiles más tradicionales, en virtud de su bajo o nulo deterioro ambiental y sus características de renovación.

Entre los biocombustibles podemos incluir el bioetanol, el biodiesel, biometanol, entre otros. Los dos productos más desarrollados y empleados de los biocombustibles son el bioetanol y el biodiesel. El bioetanol, o etanol de biomasa, puede ser obtenido de maíz (EEUU), de caña de azúcar (Brasil) o remolacha (Chile) por medio de procesos de fermentación enzimáticos de sus azúcares. Dado que la composición de la celulosa es muy rica en azúcar, resultaría muy útil producir alcoholes a partir de la fermentación de celulosa, principal componente estructural de los materiales vegetales. Según el Consejo Nacional de Defensa de los Recursos Renovables de Estados Unidos, más de mil millones de toneladas de materiales con celulosa (aserrín, césped, hojas de árboles, viruta de madera, etc.) se generan anualmente y de su destilación fermentativa podrían ser obtenidos cerca del 30% de los combustibles necesarios para los automóviles en el 2050. El problema radica en los elevados costos que representa romper la rígida celulosa para posteriormente fermentarla y destilarla. Se espera que en un futuro muy cercano, microorganismos genéticamente diseñados para degradar y producir el etanol, a partir de celulosa, permitan bajar los costos de producción del etanol desde esta fuente natural.

El biodiesel, se fabrica a partir de aceites vegetales, ya sean usados o sin usar. El sistema más habitual es la transformación de estos aceites vegetales a través de un proceso de combinación con alcohol metílico e hidróxido sódico, produciéndose un compuesto que se puede utilizar directamente en un motor diesel sin modificar, obteniéndose glicerina como subproducto. La glicerina puede utilizarse en otras industrias como la farmacéutica, de detergentes, etc. Esta transformación de los aceites vegetales, si bien nació de forma muy casera y rudimentaria empleando aceites de fritura de restaurantes de comidas rápidas, ha dado origen a una variedad de empresas que se encargan de reciclar los aceites usados para su transformación en biodiesel. Luego lo venden como aditivo a las empresas petroleras que lo mezclan con los combustibles tradicionales y obtienen una variedad de Diesel adecuado para el uso en los automóviles. La utilización directa de un aceite vegetal en un motor diesel es posible, aunque hay que introducir modificaciones en el motor. Uno de los inconvenientes es que estos aceites se congelan a temperaturas moderadamente bajas. Aun así hay algunas personas que los utilizan de este modo.


No obstante que estos biocombustibles se vislumbran como alternativas menos contaminantes para el uso en el transporte, hay voces en contra de la utilización de ellos. Según David Pimentel de Cornell University, en la producción de etanol, al menos en el caso del bioetanol de maíz, el consumo energético de petróleo es un 29% mayor que la energía que se genera con el etanol usado combustible. Esto ya que en los campos de cultivo se utilizan fertilizantes que se obtienen directa o indirectamente de la energía del petróleo y la maquinaria agrícola también consume petróleo. Según este y otros investigadores los costos no cuadran. Otros investigadores aducen que si el proceso de obtención se optimiza, el etanol produce un 67% más de energía que la consumida en su producción. El uso de pesticidas, fertilizantes y otros tipos de técnicas de cultivo agresivas, con los problemas de contaminación y desertificación que conllevan pueden también dar al traste con estos combustibles verdes. Pero no podemos negar que este tipo de combustibles tienen atractivo entre mucha gente alternativa.


Ventajas de los biocombustibles


a) No incrementan los niveles de CO2 en la atmósfera, con lo que se reduce el peligro del efecto invernadero.
b) Proporcionan una fuente de energía reciclable y, por lo tanto, inagotable.
c) Revitalizan las economías rurales, y generan empleo al favorecer la puesta en marcha de un nuevo sector en el ámbito agrícola.
d) Se podrían reducir los excedentes agrícolas que se han registrado en las últimas décadas.
e) Se mejora el aprovechamiento de tierras con poco valor agrícola y que, en ocasiones, se abandonan por la escasa rentabilidad de los cultivos tradicionales.
f) Se mejora la competitividad al no tener que importar fuentes de energía tradicionales.
Desventajas del uso e los biocombustibles
a) El costo de producción de los biocombustibles casi dobla al del de la gasolina o gasóleo (sin aplicar impuestos). Por ello, no son competitivos sin ayudas públicas.
b) Se necesitan grandes espacios de cultivo, dado que del total de la plantación sólo se consigue un 7% de combustible. En España, por ejemplo, habría que cultivar un tercio de todo el territorio para abastecer sólo la demanda interna de combustible.
c) Potenciación de monocultivos intensivos, con el consiguiente uso de pesticidas y herbicidas.
d) El combustible precisa de una transformación previa compleja. Además, en los bioalcoholes, la destilación provoca, respecto a la gasolina o al gasóleo, una mayor emisión en dióxido de carbono.
e) Su uso se limita a un tipo de motor de bajo rendimiento y poca potencia.
En resumen, no se encuentra un biocombustible líquido (bioetanol y biodiesel) que sea claramente más ventajoso que otro (la elección dependerá del fin al que se destine), ni siquiera por su costo, que varía en función de diversos factores: materias primas utilizadas, precio en el mercado de los subproductos y derivados producidos con el biocombustible, costo de la energía y tecnología utilizada en el proceso de transformación, así como el propio tamaño del vegetal. Aunque producir un bioetanol o biodiesel, resulta más costoso que generar gasolina y gasóleo, gracias a los decrecientes costos de las materias primas agrícolas y a las mejoras en la tecnología procesadora, se espera que los costos de la producción de biocombustibles se reduzcan en un 30% para el 2010.


Wilson Cardona Villada
Dr. Química
Profesor Universidad Andrés Bello Viña del Mar